TENÍA RAZÓN EL PRESIDENTE: EL FRUTO NO CAE LEJOS DEL ÁRBOL

Crónicas del Este 19/11/2023 Editorial

Por Sergio Secinaro

El Presidente Luis Lacalle Pou, aludiendo a la famosa expresión "el fruto no cae lejos del árbol", ha dejado en claro que su gobierno sigue la tradición de corrupción que marcó la gestión de su padre, Luis Lacalle Herrera. Esta conexión entre generaciones se vuelve más evidente cada día, sumergiendo al país en un mar de escándalos que ha dejado a la sociedad atónita y consternada.
Remontémonos a la época de Luis Lacalle Herrera, un gobierno marcado por la corrupción galopante. Recordamos los casos de coimas, el escándalo del banco Pan de Azúcar, y la ola de corrupción que llevó a varios miembros de su gobierno tras las rejas. Lacalle Herrera practicó un neoliberalismo implacable, castigando a los más desfavorecidos mientras enriquecía dudosamente a sus amigos. La sombra de la corrupción y el enriquecimiento personal lo persiguieron, marcándolo para siempre y alejándolo de la presidencia en futuras elecciones.
Sin embargo, el destino, o las estrategias de una familia poderosa, han llevado a que el hijo, Luis Lacalle Pou, asuma la presidencia. "Luis", como se hizo llamar durante la campaña para distanciarse de su apellido, logró retomar el poder para el Partido Nacional. Pero, lamentablemente, la corrupción y los escándalos que han envuelto su gobierno están dejando al país al borde del colapso.
Las consecuencias del gobierno de Lacalle Pou son innegables: seguimientos y espionaje a políticos opositores, licitaciones amañadas, contratos sospechosos como el del puerto de Montevideo con Katoen Natie, y un sinfín de actos corruptos que han dejado al país en estado de shock. Ministros ocultando información al Parlamento, altos jerarcas sugiriendo perder teléfonos para obstruir la justicia, y la figura del presidente sobrevolando estos hechos con reuniones secretas en la Casa de Gobierno, indicando entrar por el garaje.
No hay otra manera de expresarlo: el comportamiento del gobierno se asemeja al de delincuentes. Las revelaciones de los audios del ex canciller Bustillo, con frases como "Que se mande al frente Maciel, vos perdé el celular", revelan un léxico típico de malandrines y una clara intención de burlar a la justicia. Estamos siendo gobernados por personas que actúan como criminales.
Uruguay, una nación que solía destacarse por su estabilidad y transparencia, ahora se encuentra pegada a nivel internacional por los escándalos que salen a la luz semana tras semana. La corrupción ha calado tan hondo que la mayoría de la población está consternada y la reputación del país está en juego.
En este punto, debemos cederle la derecha al presidente: "el fruto no cae lejos del árbol". El gobierno de Luis Lacalle Pou ha demostrado ser una continuidad de la corrupción que marcó a su predecesor. Urge una reflexión profunda sobre la dirección que está tomando el país y un llamado a la responsabilidad de quienes están al mando. La ciudadanía merece un gobierno transparente, ético y comprometido con el bienestar de todos los uruguayos, no uno que perpetúe la sombra de la corrupción que deberíamos haber dejado atrás hace décadas.