EL GRITO SILENCIADO: LA EPIDEMIA DE SUICIDIOS ENTRE POLICÍAS EN URUGUAY

Crónicas del Este 21/04/2024 Sociedad

En menos de 24 horas, dos policías decidieron poner fin a sus vidas. Dos vidas perdidas en un mar de desesperación y dolor que reflejan una realidad que muchos prefieren ignorar. Uruguay es el hogar de una epidemia silenciosa: el alarmante índice de suicidios, que afecta de manera desproporcionada a nuestros valientes protectores: los policías.
En el año 2022, 21 policías se quitaron la vida, una cifra que supera con creces la de años anteriores. En un país donde la tasa de suicidios ya alcanza niveles alarmantes, es inaceptable que aquellos que juraron proteger a la sociedad sean víctimas de esta tragedia con mayor frecuencia que el resto de la población. ¿Qué está fallando en nuestra sociedad cuando aquellos que nos protegen son quienes más necesitan protección?
Los números hablan por sí solos: en un país donde la tasa de suicidios alcanzó un récord en 2022, los suicidios entre los policías se duplicaron en los últimos dos años. ¿Qué más necesita suceder para que tomemos acción? ¿Cuántas vidas más deben perderse antes de que reconozcamos esta crisis y actuemos en consecuencia?
Detrás de estos escalofriantes números yace una realidad desgarradora: un sistema quebrantado y una falta de apoyo real para aquellos que arriesgan sus vidas por nosotros todos los días. El discurso vacío de un gobierno que prometió apoyar a los policías se desmorona ante la cruda verdad: nuestros protectores están siendo abandonados en su momento de mayor necesidad.
La realidad es que apoyar a los policías va mucho más allá de simples palabras y discursos electorales de dirigentes políticos que viven en barrios privados con todo al alcance de la mano. Se trata de brindar un ambiente laboral saludable, una preparación adecuada y un apoyo material para llevar a cabo sus acciones. Sin embargo, lo que vemos es todo lo contrario: un ambiente tóxico lleno de corrupción y falta de recursos, donde aquellos que arriesgan sus vidas son tratados como simples peones en un juego político sin sentido.
Desde Crónicas del Este, hemos intentado visibilizar esta tragedia. Hemos escuchado los testimonios de policías del 911 y explorado las dificultades que enfrentan en su día a día. Pero ha llegado el momento de pasar de las palabras a la acción. Ha llegado el momento de dejar de lado la politiquería barata y brindar un apoyo real y significativo a aquellos que nos protegen.
Mientras tanto, la realidad sigue siendo desgarradora. Nuestros jóvenes continúan quitándose la vida sin encontrar respuestas en un sistema de salud mental que deja mucho que desear. Es hora de enfrentar esta crisis de frente y trabajar juntos para encontrar soluciones reales y duraderas. La vida de nuestros policías, y de todos los uruguayos, depende de ello.